Las sombras de la Oscuridad -Capítulo 9-

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Se abalanzó sobre ella tan rápido que no pudo correr siquiera. Sus colmillos afilados estaban a punto de introducirse en su cuello, cuando algo le apartó de ella, con violencia. Escuchó las palabras de odio que surgieron de su boca. Era una mujer rubia la que la había salvado de ser devorada por aquel repugnante ser. Selma se fijó en que ella también era vampira, pues sus largos colmillos la delataban. Silenciosamente fue alejándose de la escena, donde ambos intentaban lanzarse a la yugular del otro con dureza, en una lucha encarnecía en la que parecía superarle la chica. Encogida de miedo, corrió, esperando que ninguno de los dos la siguiera. No había luna, o por lo menos ella no la habñia visto aún. Estaba sofocada, pero se obligó a seguir entre los árboles. Aún los gruñidos de los dos vampiros, que al parecer, seguían intentando matarse. Estaba tan asustada que su piernas la condujeron a través de la oscuridad sin rumbo fijo. En aquellos momentos preferiría no haber tenido el privilegio de ser la "elegida" para guardar los documentos. Entonces recordó que el amuleto que llevaba colgando de su cuello era de plata, o por lo menos parecía serlo. Sin embargo recordó como Sam habría seguido de no ser por aquella chica. No entendía nada, y no podía pararse a pensar en aquellas cosas, pues debía alejarse lo más rápido posble de aquella pelea, si no quería salir herida. Llegó lo más lejos que pudo, pero incomprensiblemente seguía oyendo el jadeo continuo y sus cuerpos al chocar. Cayó rendida, sn saber donde estaba y si desperteraría o no volvería a ver la luz del sol. No quiso pensarlo más y cerró los ojos.



Sus miradas se cruzaron de nuevo, y ella gruñó, advirtiéndole.
- ¡Basta, Steph!
Pero sus palabras no surtieron efecto sobre aquella vampira, que se lanzaba una y otra vez buscando la forma de matarle. Ninguno de los dos podía manejar fuego, pues en ese caso morirían los dos, pero si sus dientes se clavaban en su cuello, caerían desfallecidos hasta ser incinerados-por llamarlo de alguna forma-
Ninguno de los dos quería caer en manos del otro. Y parecía extraño, pues el amor que siglos atrás les unía no se podía comparar a ningún otro amor entre vampiros. Pero un día él se fue de aquella ciudad, dejándole tan solo una pequeña nota, con buena caligrafía y un pequeñ corazón en una de las esquinas del papel. Y todo ello porque había matado a varias personas en su entorno, a las que la policía buscaba. No supo como reaccionar, a pesar de que él podía con más policías de los que había en aquel lugar. Pero no quería causar más daños a la especie humana, pues según Sag, pronto acatarían sus órdenes; es decir, serían sus esclavos. Y todo cambió para ambos. Steph encontró un compañero de caza bastante peculiar, pues era capaz de desaparecer ante ella sin dejar rastro. Y eso para los vampiros era muy diícil. Él le enseñó muchas técnicas para pasar desaparcibida para los humanos, aunque con los vampiros nunca funcionó.
Por el contrario, Sam volvió a ser un títere de Sag, a quien odiaba enormemente; y el sentimiento parecía sre mutuo. Pero si quería hacerse con los documentos debía ser paciente. Y había tenido la solución frente a él, puesto que aquella desconocida era la portadora de tan intrigante misterio. Pero había ocurrido algo, que nadie podría haber imaginado. Un vampiro, jamás se enamora de un humano, excepto en casos especiales. Algunos de estos se estudiaban en los colegos e institutos humanos e incluso en las universidades. Grandes obras adapatadas para ellos,que en un principio tenían por protagonistas a personajes de distintas razas entre sí. Y él, nada más y nada menos, era una de esas excepciones sin sentido de las que tanto se hablaba entre los humanos.
- Te fuiste, me dejaste sola...-sus ojos eran fieros, tanto, que hasta se asustó.- Y ahora he vuelto para matarte por lo que me hiciste.
Le agarró por la camisa echa ya jirones con una mano, y con la otra tiro de su brazo hasta colocarlo tras su espalda. Tras esto le dijo al oído, entre jadeos:
- Jamás te olvidaré, Steph -le recordó aquellas palabras que había pronunciado meses antes de desaparecer.- ¿Lo recuerdas?
Él le devolvió una mirada suplicante. Ella no quería matarle, en realidad, no. Y aquella mirada fue lo que le salvó la vida a Sam.
Éste, tras comprobar que Steph le soltaba poco a poco, se giro y acercó sus labios a los de aquella chica.
- Sabes que no podría olvidarte por nada del mundo. Lo sabes- el jadeo era ahora mutuo.
Le agarró del cuello, mientras él colocaba su manos en sus caderas, tan perfectas como recordaba. Saborearon aquel beso, excitados como hacía tiempo que no lo estaban. Su lengua bajó despació por su fino cuello. Sus pasos se perdieron entre los árboles, mientras las prendas caían al suelo, con pasión. Posó su lengua en su ombligo, mientras descendía lentamente, oyendo de fondo sus gemidos, que no hacían más que repetirse. Subió de nuevo y los posó sobre los suyos. Le agarró de los glúteos, y ella le rodeó los caderas con las piernas, empotrándose así contra un árbol cercano. Ambos se fundieron en un ir y venir de movimientos acompasados, llevados por las respiraciones entrecortadas de ella, que gemía sin descanso. Su voz se perdió entre la oscuridad del pequeño bosque que les rodeaba. Volvieron sobre sus pasos, y ella le tiró al suelo, separándose tan solo unos instantes. Una sonrisa se extendió sobre su cara, una sonrisa expresamente para él. Se sentó a horcajadas sobre Sam, notando como de nuevo su miembro se introducía en ella, con suma delicadeza, pero con lujuria. Cabalgó sobre él, viendo en sus facciones el placer que le estaba produciendo. Sam, al notar como ella se mojaba, comenzó a subir la intensidad con la que la prenetraba. No paró hasta que un gemido provocado por el orgasmo les hizo separase.
Pero su cabeza no estaba en aquella mujer -vampira- que tenía a su lado.

9 comentarios:

Ikana dijo...

Ella, he de reconocer que me has pillado por sorpresa. ¡Qué pasada de capítulo!Menudo par están hechos esos dos.

Besos gélidos y feliz navidad

Megatron dijo...

El amor a veces es traicionero

Ella dijo...

Y eso, Ikana? Por sorpresa? Hahahha^^
Feliz Navidad! :D

No lo sabes tu bien, Megatron^^
Y Feliz Navidad a ti tambien!:D

Alien de Andromeda dijo...

Si tienes hambre, banco de sangre xD Las ex nunca me han dado buenas vibraciones ¬¬

Nimphadora dijo...

O.O Vaya!

Ikana dijo...

Porque creí que a ti no te gustaban esa clase de cosas xD Quiero decir que no te gustaba leerlas

Feliz Navidad y próspero año 2011

Ella dijo...

Hahahah esque me dio el punto xD

Feliz Navidad^^

Ikana dijo...

¡Que fuerte! xD Bueno, si quieres mi opinión, esta muy bienescrito =)

P.D.:Siento ser portadora de malas noticias pero habrás de esperar un poquitín con lo de "corazón de fuego" me he armado un jaleo que no me aclaro xD Sorry

Besos ardientes y feliz navidad

Ella dijo...

Gracias, Ikana^^

Bueno, seré paciente entonces..:D

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